¿Es cierto que el metaverso es ya una realidad y que las marcas deben entrar en él cuánto antes? La respuesta corta es que no. No solo no ha llegado, sino que se encuentra en una fase muy embrionaria. Sin embargo, conviene comprender qué es para decidir hasta qué punto la presencia de nuestra marca en él resultará relevante.
El metaverso, aunque aún está en una fase inicial, es una realidad emergente que representa una realidad virtual alternativa donde las personas y las empresas interactúan de manera similar al mundo físico. Aunque todavía no está totalmente desarrollado, algunas empresas ya están dando los primeros pasos para que este entorno se convierta en una parte importante de nuestras vidas.
En el sector del ocio y los videojuegos, los nombres que más suenan en relación con el metaverso con Epic Games (Fortnite), Roblox o Decentraland, que han conseguido que la socialización en entornos virtuales sea algo completamente normal. Y no solo eso; las dos últimas permiten a sus usuarios crear mundos propios y hasta monetizarlo. Por ejemplo, diseñando parques temáticos o galerías de arte que pueden visitarse por otros usuarios a los que se cobra una entrada.
Pero hay posibilidades en el metaverso que van mucho más allá de los videojuegos y el entretenimiento. Empresas de la entidad e influencia de Nvidia (líder en inteligencia artificial y artífice de la revolución en los gráficos para ordenadores a finales de los años 90), sostienen que el metaverso puede utilizarse para hacer demostraciones de productos o para simular procesos de producción y logística. De manera que las empresas acelerarían sus flujos de trabajo.
Tampoco hay que perder de vista a gigantes como Microsoft, cuya estrategia de negocio actual consiste en posicionar sus servicios en la nube con el objetivo de que los mismos se conviertan en el tejido del futuro metaverso.
Y lo que finalmente debe darnos la medida de la importancia del metaverso es el hecho de que el teletrabajo y la hiperconexión han llegado para quedarse. Las personas ya hemos empezado a acostumbrarnos a un tipo de relaciones sociales puramente digitales. Las redes sociales y las herramientas como Zoom o Teams pueden entenderse como pasos previos.
Desde luego, las grandes marcas ya están apostando por ello. Es el caso de Nike, que ha creado su propio universo: Nikeland. En este entorno virtual, los usuarios pueden jugar a juegos ya creados por la marca, diseñar los suyos propios y ganar premios a canjear por zapatillas y material deportivo para sus avatares. La cuestión, por supuesto, es que no todas las empresas pueden realizar este tipo de movimientos a gran escala. Sin embargo, Balenciaga sí ha creado su colección para el juego League of Legends y Zara ha lanzado la AZ Collection que los avatares de Zepeto pueden lucir con la misma libertad que los compradores que acudan a las tiendas físicas de la cadena.
Es probable, no obstante, que tu empresa no pueda comprometerse en este momento con este tipo de acciones. No las pierdas de vista, amplía tu campo de visión y familiarízate con este concepto: comercio social. En Estados Unidos este tipo de transacciones ya es la más relevante dentro del comercio electrónico y ha movido 36 000 millones de dólares en 2021.
Las personas se conectan y compran en redes sociales, es un hecho. Y las propias redes sociales evolucionan hacia el metaverso mediante la creación y popularización de exposiciones virtuales o desfiles de moda que se traducen en ventas físicas, pero también virtuales. Es el caso de Sotheby’s, la conocida casa de apuestas que ya ha lanzado su propia galería de arte virtual curado. La misma se encuentra en Decentraland.
Tampoco puedes perder de vista el fenómeno de las NFT, que se comercializan mediante blockchain y que en la actualidad suponen una verdadera revolución.
Si quieres que tu marca entre en el metaverso, nuestro consejo es que lo hagas mediante el siempre recomendable método del ensayo y error teniendo en cuenta cuáles son tus objetivos personales y las posibilidades de tu presupuesto. Aunque todavía no sea de acceso público, es probable que esta realidad alternativa termine convirtiéndose en el siguiente modelo y escenario para las relaciones humanas, así que no conviene perderlo de vista.
En resumen, si bien el metaverso aún está en una fase incipiente, es importante estar al tanto de su desarrollo y explorar oportunidades en el comercio social como paso previo. Si tienes la posibilidad y recursos, una estrategia de incorporación al metaverso puede ser una opción relevante en el futuro.
Y, si necesitas ayuda a la hora de tomar estas decisiones o cualesquiera otras que tengan que ver con tu estrategia de marketing online, ponte en contacto con nosotros.